
























Pues después del jarrón de agua que calló el viernes y a primera hora del sábado en toda la sierra, lo poco que quedaba en Valdesquí y Navacerrada se fue. A si que tuvimos que volver a La Pinilla de nuevo.
En esta ocasión fuimos Miguel, el Retu y yo. Y no nos podemos quejar ni de día ni de entreno. Cuatro subidas y cuatro bajadas con los que conseguimos sacar casi 1800 m de desnivel positivo.
Cuando llegamos, preguntamos amablemente en taquillas cuanto nos costaba el pase de esquí de travesía. Nos dijeron que 10 €, y como el forfait estaba a 18 €, nos pareció algo totalmente abusivo, a si que cogimos la pista lateral que sube hacia el Pico del Lobo, y en cuanto pegó dos giros, nos metimos en la estación.
Allí nos encontramos con todos los del CTEM de Madrid. Habían tenido la misma idea que nosotros.
Para no molestar, subimos por la pista del bosque (cerrada), bajo el telesilla. Y una vez que llegamos al Gran Plató nos tiramos por la pista del retorno (única abierta junto con los tele-baby). Pero como no salían ni unos 300 m+, decidimos en las siguientes empalmar desde el Gran Plató con la pista de Las Focas (cerrada, con muchas piedras y nieve helada) y así sacar casi 500 m+ por subida.
Cuanto más avanzaba el día, más calor, un poco mejor estaba la de Las Focas (aunque seguía con piedras), y más alto podíamos subir. Aunque en la pista del Retorno, más primavera y pesada estaba la nieve.
Esta semana, a ver si puedo subir algún día por la tarde-noche con el frontal y hacer algo de series antes de que se nos valla la poca nieve que queda.
Deseando un buen paquete… de nieve.