Pues eso, que aprovechando el paquete de nieve que ha caído hoy en La Granja, no me he podido resistir a sacar las tablas y hacer un poquito de trave. Eso sí, desde la mismísima puerta de casa, como nunca antes lo había hecho 🙂
Para algunos será una fricada, para mi, estas pequeñas cosas son las que hacen mi felicidad.
La idea original era subir hasta el Puerto del Reventón, pero como empecé tarde (a las 17.00), pues me tuve que conformar con la Fuente del Infante.
El paquete de nieve era considerable incluso en el punto de salida (1.150 mts). En la zona de campo, se podía foquear sin problemas. En las aceras y el asfalto, estaba más justito, había cuajado menos.
Estuvo nevando hasta las 18.00 aprox, a si que poco a poco iba sumándose más y más a nuestro regalo 🙂
A 1.400 mts de altura se iba metiendo más y más la niebla, hasta que ya en la cota más alta de la travesía (1.800 m) ya a penas había visibilidad.
En cuanto abandonamos la zona de bosque y de pinos, el paquete era aún más grande. Qué bueno ir abriendo huella 🙂
En la zona del refugio de la Fuente del Infante, no había a penas visibilidad, y el frio ya se notaba. Pegaba más el aire, y empezaba a entrar la noche. Claramente se notaba que el mercurio se estaba desplomando.
Foto de “cumbre”, un poquito de agua refrescante de la Fuente del Infante, a abrigarse, y para abajo.
La visibilidad era más o menos buena, aunque tuve que usar el frontal para ver el relieve de la nieve y evitar problemillas…
La bajada segura fueron unos 150 mts de desnivel. Luego tocó echarse las tablas a la espalda. Como la nieve no había transformado y eran unos escasos 20-30 cms, en la zona de los pinos entraban en juego los odiados tiburones ocultos. Lo siento, pero quiero demasiado a mis esquises para destrozarlos… a si que casi toda la bajada a pata 🙂