Pues como hacia ya casi una semana que no tocaba las tablas, y tenía un mono loco de ellas, en cuanto que salí del trabajo a las 15.00, me subí casi casi trompeando en las curvas hacia el Puerto.

Después de leer el boletín nivológico de nuestros compañeros de condiciones para el esquí de travesía en el sistema central, sabía que lo más coherente era salir desde Valdesquí, pero estoy ya tan cansado de hacer siempre lo mismo, que decidí aparcar en el segundo parking de Navacerrada y subir el Alto de Guarramillas por la Norte. Error, porque aunque para subir vale cualquier lado, para bajar… pues eso…

La niebla esta asquerosa, a ratos venía y me empapaba con una humedad relativa de más del 100% (si es que es posible), y a veces se alejaba y se quedaba un día espectacular.

La nieve, bastante húmeda en la primera pala, y con muchas calvas y muchos piornos, pero como decía antes… para subir, todo vale.

Llego a Bola, y decido que lo mejor (por la meteo y por la nieve) es tirar a Valdesquí. A si que ejecuto. Eso si, en cuanto llego al mirador, me quito las tablas y bajo andando hasta el inicio de las pistas.

Ahí empezó mi calvario particular. La nieve está asquerosa. Hay muchísima nieve pegada a los ventisqueros. Parece Alpes. Pero eso sí, está húmeda como ella sola, enganchona, cansina, y … no se me ocurre más. Pero hoy me he cansado más en las bajadas que en las subidas.

Llego a la cafetería, y desde ahí por la pista verde hasta la cota más baja, hay que andar con mil ojos. No hay a penas nieve. En muchos tramos ni hay…

Decido optar por subir a Valdemartín e intentar la bajada que va por la cuerda hacia la Bola. Mismo estado. Como es más estrecha entre los ventisqueros, es donde más nieve ha acumulado, pero está enganchona enganchona. A parte de irregular. Lo que con mi ineptitud para nieves difíciles junto con la niebla, hace de eso un cultivo ideal para las hostias (con perdón).

Luego bajé por el tubo… por el estilo. A si que me subí de nuevo a Bola y me intenté bajar por la pista de hormigón al Puerto. Error. Poco más abajo de la cafetería de la pista de esquí, me quité las tablas y decidí bajar andando para preservar su integridad…