‘No es la primera vez ni probablemente la única que se ha organizado una comida o cena en el interior de un telecabina. En nuestro país sin ir mas lejos, el Teleférico de Barcelona las organizaba hace no muchos años. En Italia también se han visto, y hasta en Austria han apostado por la idea. La logística no es sencilla, puesto que dentro de la cabina no cabe mas que la mesa y los asientos. En general al comienzo en la estación de salida se sirve el primer plato, y al llegar arriba el segundo que se come mientras bajas de nuevo. La velocidad del paseo se reduce notablemente para que de tiempo a engullir cada manjar.
En el caso de Whistler-Blackcomb el objetivo es doble. Por una parte batir el record de comensales dentro de una cabina. Para ellos usaran su Peak-to-Peak, el flamante remont…’